La carcasa de acero del imán en recipiente proporciona un lugar seguro para el fuerte imán permanente circular/rectangular incrustado en él, mientras que la carcasa o recipiente proporciona protección magnética, concentrando la fuerza magnética en una sola superficie y mejorándolas. La mayoría de los imanes en recipiente se pueden calentar hasta una temperatura de hasta 80 °C sin perder magnetización.
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